Ciudadela vuelve a la pantalla a paso de romano, trayendo consigo no sólo un mejor sistema de comercio, sino también los nuevos ladrillos de arcilla, la sal y las maravillas del mundo. El juego de estrategia de construcción de ciudades de la editorial Estudios Abylight emprende una marcha triunfal a través de antiguas simulaciones en la gran actualización 2.0. Con cadenas de producción más profundas, un sistema de justicia y nuevas opciones para rendir culto a los dioses, no queda piedra del templo sin remover. Y si un ciudadano de tu ciudad muere, ahora permanecerá contigo como un cadáver de olor verde. En esta simulación de la vida antigua, los jugadores no sólo pueden expandir sus ciudades, sino también darles forma social, influir en los dioses, librar guerras o empezar como proveedores de pan.
Higiene, asesinatos y romances en el crematorio
En Ciudadela la muerte tiene por fin un efecto duradero. En lugar de simplemente desaparecer del paisaje urbano, los ciudadanos fallecidos se transforman en pútridas Salpicaduras de color en las carreteras, Camas o como cadáveres en los baños termales. Estos mórbidos montones de píxeles no sólo rebajan los niveles de higiene de la ciudad, sino que repercuten directamente en la salud del resto de la población. Si no te ocupas de la putrefacción, corres el riesgo de sufrir una epidemia, o al menos de que los patricios tosan y se quejen amargamente del hedor. Urge, pues, una revolución higiénica.
Afortunadamente, el nuevo crematorio pone remedio. Con su olor a "humano crujiente", se convierte rápidamente en el nuevo punto de atracción del barrio, aunque cabe preguntarse si esto aumenta el valor de la propiedad. Lo importante es que hay sitio para cuatro trabajadores que patrullan incansablemente las calles y retiran los cadáveres. Sin embargo, para que el crematorio pueda cumplir su función, necesita un nuevo material de construcción: ladrillos de arcilla. Estos se fabrican con arcilla, que se extrae de canteras situadas en zonas especialmente designadas. El sitio Cadena de producción no sólo se hace más compleja, sino que también se basa en la lógica romana cotidiana: primero cavar, luego hornear y después eliminar.
De queso, osos camones y cadenas complicadas
Agricultura en Ciudadela ya era amplia, pero con la actualización 2.0 se convierte en una delicia. Se han añadido olivares, almazaras, granjas apícolas y una quesería que produce "Kamonbeär", el aperitivo favorito de la clase alta romana. El pan se elabora ahora no sólo con trigo, sino también con sal. Los carniceros también necesitan sal para preparar la carne curada. Y, por supuesto, no puede faltar la miel para aromatizar el Patricio para mantenerlos contentos.
Las nuevas cadenas de producción son mucho más complejas: la sal tiene que extraerse cerca de los yacimientos y luego encuentra su camino a través del Almacén a varias estaciones de acabado. Igual de importante es la arcilla, que también se procesa en varias fases de producción, por ejemplo en la alfarería para fabricar cerámica o en las prensas de ladrillos para fabricar material de construcción. Esta ramificación hace que la cadena de suministro sea más emocionante, pero también más difícil. De repente, cada recurso se vuelve valioso y cada ruta de transporte relevante. Los que consiguen mantener la logística bajo control se ven recompensados con una rica variedad y ciudadanos satisfechos. Un desafío romano al gusto de los estrategas.
Juicios con regusto: el Palacio de Justicia de Citadelum
No todo se arregla con queso y ladrillos. A veces se necesita justicia, o al menos lo que los jugadores creen que es. Con el Palacio de Justicia, una nueva función se traslada a Ciudadela el juego de la toma de decisiones judiciales Una y otra vez se producen incidentes que requieren una actuación judicial. No se trata sólo de cumplir la ley, sino también de hacer equilibrios políticos. Cada decisión tiene consecuencias: A veces un grupo social abandona la ciudad, a veces los insurgentes incendian barrios enteros.
El nuevo Régimen jurídico aporta un toque maravillosamente cínico al juego: Si dicta sentencias duras pero lucrativas, puede hacer una buena suma para las arcas del Estado, por ejemplo imponiendo fuertes multas. Pero jugar con la justicia es peligroso. Si la administración de justicia es demasiado parcial, atrae la ira de la población, lo que puede provocar disturbios o un éxodo de patricios. Así pues, el sistema no sólo aporta profundidad adicional, sino también una inteligente tensión entre el juicio moral y el económico. La justicia puede ser ciega, pero en Ciudadela calcula con interés compuesto.
Dioses, caprichos y ofrendas automatizadas
El cielo Ciudadela no es sólo un telón de fondo, sino un factor decisivo. Los dioses del juego reaccionan con sensibilidad ante la falta de respeto y recompensan la adoración. Su influencia va desde los dones divinos hasta la furia destructiva divina. Con el nuevo edificio "Regia", los jugadores pueden automatizar festivales para contrarrestar los caprichos divinos. Sin embargo, la Regia tiene su propia lógica: no siempre elige al dios con mayor furia, sino que actúa más como un funcionario administrativo con predilección por la sorpresa.
Para que la Regia funcione, necesita suministros suficientes. Sólo así puede celebrarse un festín para los dioses. Esto la convierte no sólo en el centro religioso, sino también en el centro logístico. La planificación de la fiesta debe estar bien coordinada, entre otras cosas porque los plebeyos preferirían vivir cerca de esta fiesta divina permanente. Este nivel divino confiere al juego una profundidad narrativa adicional. Los dioses vienen del cielo, ayudan o castigan, envían visiones o maldiciones y así cambian no sólo el paisaje urbano, sino también las historias que surgen dentro de la simulación. En una partida, Marte hace estragos; en la siguiente, Ceres ayuda: coincidencia divina con un sistema.
Pan, juegos y un poco de política de píxeles en Citadelum
Ciudadela La versión 2.0 ofrece una actualización romana llena de ambición. El desarrollador Estudios Abylight Barcelona no sólo ha introducido mejoras estéticas, sino que también ha añadido verdadera profundidad al juego. Las nuevas cadenas de producción requieren una gestión más compleja, el sistema de justicia introduce zonas moralmente grises y el nivel divino proporciona una emoción mítica. Además, ahora también se pueden simular batallas, para todos aquellos que prefieren concentrarse en construir su ciudad. Los niveles tecnológicos del foro permiten mejorar los almacenes o las instalaciones de producción, lo que abre nuevas posibilidades a los jugadores estratégicos. Y entre medias hay misiones secundarias, cuyo cumplimiento también aporta algunas pequeñas ventajas.
El juego también se ha mejorado técnicamente: tiempos de carga más cortos, nuevos idiomas y opciones de guardado optimizadas hacen que la experiencia sea más redonda. Sólo falta la decoración: el Mosaico de opciones de diseño es actualmente más bien una ruptura de baldosas. Si quieres un diseño detallado para tu metrópolis, aún estás un poco hambriento. Pero lo que aún no está, todavía puede parchearse. Después de todo, Roma no se construyó en un día de actualización.
En resumen: ¡Salve, obra!
Ciudadela convierte la antigüedad romana en una emocionante aventura de estrategia de construcción con humor negro, profundidad económica y drama divino. La versión 2.0 trae un soplo de aire fresco, a veces en forma de olor a cadáver. Una vez más, todos los caminos conducen a Roma. Pero algunos apestan más que otros.